jueves, 13 de noviembre de 2008

Kartat´ch, Radiki y Abraxas: Episodio 4

Radiki no pudo reprimir un suspiro al oler el olor del conejo, chisporroteando en el fuego. Desgraciadamente para él, los que estaban alrededor de la hoguera le oyeron.

- ¿Has oído eso, Norry? –Dijo Cubert, llevándose una mano a la espada.

- ¿Has traído a tus amiguitos, querido desconocido? –Preguntó Norry, girándose despacio hacia Abraxas- ¿Para que nos ataquen, roben y maten mientras estamos desprevenidos y desarmados? –Añadió. Al caer en la cuenta de lo que acababa de decir, comenzó a buscar su espada corta frenéticamente, con los ojos desorbitados. – ¡Te dije que no era buena idea dejarle cenar con nosotros, Cubert!

Abraxas únicamente negó con la cabeza con gesto de suficiencia, soltando su ración de conejo y poniéndose tenso. Finalmente Norry, encontró su espada corta y la amartilló, en tensión, esperando un ataque en cualquier momento. Finalmente, después de unos instantes, vieron una sombra cruzar una abertura de las ruinas, corriendo agachada. Cuando le quedaban unos pies para terminar de cruzar, tropezó con una piedra y cayó cuan largo era, soltando una maldición y un juramento. Se levantó de un salto y se dirigió hacia el claro, desenfundando un trabuco y apuntando a los otros tres, que se levantaron a su vez, mirando al hombre con la capa roja.

- Buenas noches, caballeros –Dijo Víctor, jadeando ligeramente.- ¿Qué hacen tres personas como vosotros en un claro como este, perdido de la mano de los dioses, en una noche así?

- Lo mismo os podríamos preguntar a vosotros –Dijo Norry- ¿Te ha guiado tu amiguito?-Añadió señalando a Abraxas.

- ¿Amiguito? - Víctor enarcó las cejas- A ese no le conozco de nada. Mis amigos están detrás de mí, esperando una señal mía para entrar aquí. –Señaló con el pulgar sobre su hombro.

- Si, claro, nosotros también tenemos muchos amigos en el bosque- Dijo Cubert.

- ¿Qué bosque? – Susurró Norry, dándole un codazo en la cintura- Estamos en una ciénaga.

En este instante, los compañeros de Víctor entraron en el claro que dejaban las ruinas blancas, Radiki, el gnomo mago portando su bastón, Matzira, la mujer salvaje, con su lanza de dos filos y Kartat´ch, la imponente bárbara, llevando a los caballos con mucho celo.

- Bueno –Dijo Cubert, intentando sonreír despreocupado.- Supongo que no habrá problema en que nos sentemos todos a cenar juntos como buenos amigos. ¿No?

Por toda respuesta, Víctor bajó el arma, lo que tranquilizó de sobremanera a Cubert y a Norry. Abraxas, que se había limitado a observar en silencio también se relajó un tanto. No le gustaba la compañía y menos de humanos avasalladores y altaneros como ese hombre de la capa roja.

3 comentarios:

Leznari dijo...

Al principio de tu relato no me imaginé que Abraxas, fuera un demonio, ya me he informado un poco de este personaje.
Besitos ;) jejejeje
LEZ

Esther dijo...

Está muy interesante, seguire esperando el próximo capitulo.. saludos

Elessar Linwëlin dijo...

Lez, el nombre de Abraxas efectivamente proviene de un demonio persa, creo que hice alguna aclaración más en otro comentario en otra entrada. En cuanto a "nuestro" Abraxas, es un Tiflin. Los tiflin tienen aspecto humano, pero tienen cuernos y cola de demonio, asique son un poco... llamativos. Cubert y Norry no se han dado cuenta de este detalle porque Abraxas suele viajar con la capucha calada hasta las cejas, precisamente para ocultar su condicion. Ya veremos cómo reaccionan si se dan cuenta de que es un Tiflin y no un humano normal.

Besos a las dos,Lez y Esther, gracias por leerme