sábado, 22 de noviembre de 2008

La Profecía: Episodio 6

El interior del monasterio era, como se podía intuir, muy pequeño. Apenas contaba con un par de aberturas en la pared, un nicho y un lugar apropiado para rezar. Al fondo, el grupo pudo distinguir el ataúd de Lord Arrakis. Éste se encontraba con la tapa abierta, dejando al descubierto al Lord, ataviado con una armadura brillante y una gran espada larga.
En medio del templo había una gran mesa de roble macizo, con varias sillas alrededor. Aprovecharon para hacer una comida a media tarde, aburridos de pasar tantas horas en el monasterio. No obstante, por desgracia para ellos, a media noche, el aburrimiento se terminó...
Cuando la última campanada resonó en sus oídos, una figura fantasmal comenzó a formarse por encima del ataúd. Todos se levantaron en el acto, sorprendidos por la repentina aparición. Lo más terrorífico de todo aquello, es que , a la luz de las antorchas del templo, dicha figura fantasmal era la viva imagen de Lord Arrakis.
- ¡Nunca conseguiréis mi corona! -El fantasma habló con una voz de ultratumba, que helaba el tuétano de los huesos -Marcháos de aquí si no queréis sufrir las consecuencias.
- ¡Un enano nunca huye, bastardo! -Bróderik había sacado el enorme hacha y hablaba señalando con ella al fantasma- ¡El que tendría que correr eres tú!
- ¡Cállate! -Susurró Naaron, agarrando al pequeño enano por un brazo -Nos matará a todos, no le enfades
- ¡Suéltame!
- Sea, vosotros lo habéis buscado...
Dicho esto, el fantasma se abalanzó hacia Naaron. El hombre quedó rodeado de una niebla espesa, a través de la cual se le veía borroso. Naaron intentó gritar, pero la niebla se introducía por su nariz y boca, impidiéndole hablar. Estiró el brazo intentando alcanzar a alguno del grupo, sin conseguirlo. Con gran angustia, Eire trató de alcanzarle, mas no tuvo tiempo. Cuando su mano estaba a punto de coger la rolliza mano de Naaron, éste desapareció, dejando tras de sí sólo una neblina en el punto en el que se había encontrado. Unas carcajadas fantasmales resonaron en la estancia.
- Y esto es solo una advertencia. ¡EL QUE SE QUEDE AQUÍ MORIRÁ!
En el grupo no sabían que hacer, comenzaron a correr como locos de un lado a otro, buscando a Naaron, llamándole por su nombre, pero no obtuvieron ninguna respuesta. Tan solo el sonido de sus ecos resonantes. A estos sonidos se unió el de la puerta del templo. Alguién no había podido aguantar más y había salido del monasterio...

5 comentarios:

josef dijo...

Mal asunto al que se enfrentan los valientes aventureros! Veremos como sigue. saludos!

Maese Trancos dijo...

Haha!! Puedo creer recordar que fui el único junto con Bróderik que aguantó estoicamente el miedo de dicha sesión?

Un saludo.

Marinel dijo...

ya me imaginaba yo que nada iba a ser de color de rosa...
El enano desparecido,alguien que sale huyendo...¿o no?
Desde luego, lo que no esperaba es que lo aspirase el fantasma del lord...
Seguiremos pendientes de esa noche terrible que los acecha...
Qué bien escribes,Elessar!
Un beso.

Elessar Linwëlin dijo...

Muchas gracias a los tres por los comentarios. La verdad es que pobre Naaron... Aspirado por un fantasma. ¿Quien se habrá ido? Lo veremos en el próximo episodio.

Un saludo para los tres.

Esther dijo...

A saber donde se ha llevado a naaron un misterio.. besos