lunes, 17 de noviembre de 2008

Kartat´ch, Radiki y Abraxas: Episodio 5

- Supongo que deberíamos presentarnos, nosotros somos Cubert Tiraprecio…

- Y Norry Tuercesendas. –Terminó el enano.

- Nosotros somos Víctor –Dijo el de la capa roja, señalándose a sí mismo.

- Radiki – Saludó el gnomo.

- Matzira –Siseó la mujer salvaje

- Y yo soy Kartat´ch –Susurró peligrosamente la bárbara.

- ¿Y vos, pequeño amigo? ¿Quién sois? –Preguntó Radiki dirigiéndose a Abraxas.

- Mi nombre es Abraxas –Dijo simplemente el aludido. Parecía de pocas palabras.

- Bueno, bueno –Cubert se frotó las manos después de un silencio tenso – Después de las presentaciones, ¿que tal si cenamos? No tenemos mucha comida, solo un par de conejos.

- Uno –Gruñó Abraxas, pues se había zampado uno de los dos que tenían a asar.

- No os preocupes- Dijo Kartat´ch- Aún tengo provisiones. Son de la mochila de Luthir.

Una sombra cruzó por los rostros de los cuatro viajeros mientras tomaban asiento con los tres desconocidos.

- ¡Eh! Dijisteis que no quedaba comida. –Vociferó Víctor.- ¡Pensé que pronto iba a tener que comer sapos!

Kartat´ch, por toda respuesta entrecerró los ojos y resoplo, arrojándole a la cara su ración de comida.

- ¿Y que os trae por aquí, mis nuevos amigos? –Preguntó Radiki.

- Nosotros somos unos simples… -Comenzó Cubert.

- Comerciantes. –Finalizó Norry- Ya sabéis, vamos de acá…

- Para allá, rob… quiero decir, comprando y vendiendo mercancías… -Balbuceó Cubert.

- ¿Y vosotros, a que os dedicáis?

- Somos aventureros –Dijo Radiki- También vamos de allá para acá, viviendo aventuras.

- Menos mal, por un momento pensé que erais mercenarios –Norry suspiro, pasándose la mano por la frente.

- ¿Acaso hay alguna diferencia? –Susurró Kartat´ch, dejando paralizados a Cubert y Norry.

Radiki hacía tiempo que miraba a Abraxas con curiosidad. Finalmente, se dirigió a él.

- Abraxas –El aludido se giró hacia él- ¿Tu a que te dedicas?

- Soy un simple viajero.

- Y por lo que veo eres capaz de hacer magia, ¿Verdad?

- Te equivocas por completo, gnomo. –Negó Abraxas.

- Vaya, pues el maná que fluye a tu alrededor, me dio la impresión de lo contrario. Di la verdad, amigo, eres mago ¿verdad?

Ante este argumento, Abraxas no tuvo más remedio que asentir. Pasaron charlando unos cuantos minutos más antes de irse a dormir, pues estaban extenuados. No obstante, ni Abraxas ni Kartat´ch conciliaron el sueño, ocupados vigilando al resto de personas.

4 comentarios:

josef dijo...

Bueno prosigo con tu texto. atrapado por un fuerte catarro que casi no me deja entrar a Internet. Saludos!

Elessar Linwëlin dijo...

Pues nada, cuídate, y ya sabes, leche calentita y miel.

Gracias por leerme, un saludo!

Leznari dijo...

Sigo leyendo y leyendo, no es un tema que me apasione mucho pero me has picado, a mi me gusta Abraxas.
Un besito.
LEZ

Esther dijo...

Aqui estoy para continuar tus interesantes lecturas,me alegro que los dos grupos no hayan entrado en guerra y se hayan hecho amigos dentro de la oscuridad de la ciénaga..

besos