lunes, 10 de noviembre de 2008

Kartat´ch, Radiki y Abraxas: Episodio 3

No muy lejos de allí, el grupo seguía avanzando, intentando no pensar en la reciente muerte de su compañero, al que habían enterrado en un montículo. Kartat´ch guiaba a los caballos por la traicionera senda del pantano, cuidando de ellos para que no sufrieran daños en las patas. De repente la bárbara se irguió un poco, intentando escuchar en la noche. No muy lejos de allí se oían voces, unas tres, que parecían reír y charlar. Matzira y Radiki también lo habían oído.

- Deberíamos acercarnos a ver quien es –Dijo Víctor.

- No –Negó Kartat´ch- Los caballos podrían herirse.

- Pero podrían tener comida –Gimoteó Víctor, hambriento como siempre- Ya se nos han acabado las provisiones.

- ¿Y si son hostiles? –Inquirió el gnomo Radiki.

- No os preocupéis –Intervino, con su extraño acento, Matzira- En este pantano hay muchos sapos, tendremos comida de sobra.

Víctor hizo un gesto como si vomitara a espaldas de la mujer salvaje. Finalmente, los cuatro decidieron acercarse, pero poniendo todas las precauciones posibles. Lástima que el concepto de precaución no fuera el mismo para todos, puesto que Radiki iba resoplando mientras avanzaba por las sombras, Matzira trepaba peñascos para resbalar y caer con un golpe pesado y un tintineo de su lanza, y Víctor… Digamos que no tenía mucho sentido de la precaución.

- ¡Mierda! He tropezado con una maldita piedra. ¡Que daño! –Maldecía por el camino, mientras resbalaba en la gravilla del camino a la luz de la luna.

La única que avanzaba en completo silencio, a pesar de ir guiando a los caballos, Tozudo, Montaña y Yunque era Kartat´ch. Finalmente llegaron a las ruinas, blancas como la nieve, pues allí era donde se dirigían. Estaban todos agachados, mirando a lo que parecían dos humanos y un enano, pues Cubert y Norry habían invitado amablemente a cenar a Abraxas, el que se encontraba, huraño, apoyado contra una roca, comiendo un pedazo de conejo.