martes, 25 de noviembre de 2008

Kartat´ch, Radiki y Abraxas: Episodio 7

- ¿Estáis todos bien? –Preguntó Kartat´ch- Déjame mirarte la pierna.

- No es necesario, estoy bien –Siseó Matzira, vendándose el mordisco.

Norry y Cubert por fin salieron de su escondite, después de asegurarse de que no había peligro. Víctor les lanzó una mirada desdeñosa. Por su parte, Abraxas estaba de nuevo sumido en sus propios pensamientos, después de envainar su arma.

- Es evidente que no podemos seguir aquí, a pesar de esta lluvia –Dijo el hechicero.

- No podemos irnos de aquí con los caballos, podrían romperse una pata –Le gruñó Kartat´ch.

- Joven amigo, ven aquí, que tengo que hablarte de aquellas monedas –Dijo Víctor a Abraxas, que enarcó las cejas, sorprendido. Radiki tuvo que hacer un esfuerzo supremo para no poner los ojos en blanco ante la poca discreción de su compañero.

- ¿Cómo te lo explicaría? Tienes que entender que Kartat´ch –Vociferaba en un tono tan alto que no hacía falta esforzarse por oír lo que decía- como mujer que es pues se preocupa de los animalillos y esas cosas. Si te soy sincero no sé que hace de aventuras por ahí, en vez de estar en casa fregando y barriendo. No creo que consigas hacer que mueva sus preciados caballos –Víctor puso una mueca- No se si me entiendes lo que te quiero…

Su frase se vio cortada por el impacto de su mochila contra su cabeza, que había arrojado Kartat´ch

- ¡Nos vamos! -Ladró- Pero como les pase lo mas mínimo a los caballos…

- ¡Os acompañamos! –Exclamaron al unísono Norry y Cubert.

Y así emprendieron el camino los siete, a través del oscuro pantano, internándose cada vez más y más. Avanzaban muy despacio debido a los caballos, pues se hundían en el fango y tenían muchos problemas para moverse. Parecían seguir una especie de plano que portaba Kartat´ch, que consultaban de vez en cuando. Durante el viaje se fueron conociendo un poco más.

- Joven mago –Dijo Radiki, dirigiéndose a Abraxas sobre los hombros de Víctor, pues el fango le llegaba hasta las orejas y no podía caminar- He observado que no necesitáis un libro de conjuros para lanzar vuestros hechizos.

- Así es, soy lo bastante poderoso como para no necesitar cargar con un estúpido libro, como tenéis que hacer vos, pequeño amigo –Contestó Abraxas, de malos modos, mirando el libro de conjuros del gnomo.

A Radiki no le debió sentar muy bien el comentario del hechicero, pues se cruzó de brazos y refunfuñó algo acerca de los hechiceros y su soberbia, al tiempo que le daba una coz a Víctor.

-¡EH! –Vociferó- ¡Como se te vuelva ocurrir sacudirme, te tiro al fango y ahí te las compongas!

- Está bien, entonces no eres un mago sino un hechicero, mi joven amigo –Dijo Radiki, intentando no parecer molesto- Lo que si me ha sorprendido es que no necesitas mover las manos ni pronunciar en voz alta el conjuro que quieras lanzar…

- Efectivamente, como te dije antes, soy lo bastante poderoso, en este caso como para no tener que vociferar mis conjuros.

Ante esta contestación, Radiki volvió a cruzarse de brazos, pero con tanto ímpetu que esta vez Víctor perdió el equilibrio y cayó de bruces al fango.

- ¡MALDITA SEA! ¿ESQUE NO PUEDES ESTARTE QUIETO UN MOMENTO? ¡SI YA SABÍA YO QUE NO ERA BUENA IDEA VIAJAR CON UN GNOMO! ¡ME CAGO EN LA LECHE! ¡ODIO LOS PANTANOS! –Bramaba con el puño en alto en dirección a Radiki, que había conseguido encaramarse a uno de los caballos.

Después de sacudirse la mayor parte del barro, se dirigió a Kartat´ch.

- ¿Has oído a Radiki? –Le preguntó- El chaval es capaz de hacer magia sin mover las manos ni pronunciar como él.

- Si que le he oído –Asintió con pesar.

- No me gusta un pelo –Víctor miró a Abraxas- Si te ataca un mago, por lo menos sabes que te va a hechizar porque se pone a gesticular y a vociferar palabras raras, pero el chico no tiene que hacerlo.

- Lo sé, es horrible –Dijo Kartat´ch, con tono de preocupación- Simplemente con mirarte puede hacer que revientes en mil pedazos, como el lobo de las ruinas. No puedes defenderte de eso…

2 comentarios:

Marinel dijo...

Elessar, te he dejado un regalito en mi blog.Es un presente, señor de las historias mágicas...
Un besito.

Esther dijo...

Le tienen miedo a lo desconocido y poderoso pero por el momento está de su lado asi que deben estar tranquilos..

un beso